jueves, 23 de junio de 2016

SINGULARIDAD IA

Texto Académico.
Trabajo presentado por Blanca Farfán Labonne.
Basado en
Gómez Herrera, R. (2013). La inteligencia artificial. ¿Hacia dónde nos lleva? ¿Cómo ves?, N°. 2, (Pp. 8-11). México: UNAM, recuperado el 13/04/15 de:http://www.comoves.unam.mx/assets/revista/2/la-inteligencia-artificial-hacia-donde-nos-lleva.pdf

Aclaraciones de carácter personal.

Realice este texto con una intensión de Texto académico de divulgación, más que un texto en el que se resuman una serie de conceptos de un tema como el que se entregaría en una clase.  Lo hice de esta manera pues siempre tuve la curiosidad de escribir  algo de este tipo, más personal.  En mi trabajo escribo muchos textos científicos (para revistas científicas, para congresos).  Espero que le parezca interesante.



Título:

INTELIGENCIA ARTIFICIAL ¿LO BUENO, LO MALO Y LO POSIBLE?
Texto de difusión científica.

Introducción:

Desde niña tuve una gran afición a Mafalda, si bien un niño pequeño no puede conceptualizar la complejidad de algunas de sus tiras, otras son más pueriles y me hacían sentirme conectada a este precioso personaje y sus amigos.  Había una en particular que no entendí al principio














Años después, me parecía simplemente genial, cuando discutíamos el método científico, las limitaciones y problemática de la manera en la que se desarrolla la ciencia en general; incluso (y me disculpo con Quino hice una versión propia en la que dios lee un libro de Biología Molecular que puse en mi escritorio).  Hoy, después de leer el texto La inteligencia artificial. ¿Hacia dónde nos lleva? se me antoja profundamente hacer una nueva versión a la que titularía “En la singularidad el androide ríe” y me explicaré a continuación.

Es vox populi que los científicos se interesan por la realidad, pero una faceta menos conocida es que nos interesa y motiva profundamente la posibilidad, incluso las más remotas. Tenemos nombres para cosas que bien podrían no existir y creamos nuestros propios misterios.  La inteligencia artificial (IA) es hoy una de estas fuentes de misterios y posibilidades que resulta realmente apasionante, ¿Qué posibilidades representa el avance de la IA?

Cuerpo del Texto:

Inteligencia Artificial

Para poder concebir e imaginar hacia donde puede avanzar una tecnología debemos tener, al menos superficialmente, una idea de cómo se generó dicha tecnología y cuál es su campo de estudio en la actualidad. 

Minsky (1927-2016), uno  de los principales genios del siglo XX y co-creador de la tecnología de la IA entre otras muchas aportaciones a la ciencia, definía la inteligencia artificial de manera singularmente  pragmática: “la ciencia de hacer que las máquinas hagan cosas que requerirían inteligencia si las hubiera hecho un humano” [1, 2].

Dentro del campo de estudio actual de la IA sobresalen dos vertientes: la creación de algoritmos inteligentes basados en programación y la creación de equipos de cómputo con impresionante capacidad de cálculo y, la creación de nuevas tecnologías que busquen emular la estructura y forma de trabajo de los cerebros reales y que incluye investigación en redes neuronales, computadoras biológicas, entre otros.



En términos generales podemos decir que en la parte del desarrollo de la IA que se dedica a crear algoritmos (serie de instrucciones para que un autómata pueda seguir y desarrollar una actividad específica), pueden ser relativamente sencillas como apretar una tuerca o tan complejas como jugar ajedrez. Hoy día esta rama de la IA ha tenido grandes éxitos como DEEP BLUE que logró vencer a Kasparov en el ajedrez.  En términos de las redes neuronales ALPHA GO venció a Lee-dol en el juego llamado Go, uno de los más complejos que existe, más incluso que el ajedrez. Estos logros de la IA que sorprendieron, pues estas actividades eran conceptualizadas como intrínsecamente inteligentes y humanas y que, hoy, son ya una actividad que pudiera acabar en juegos olímpicos algorítmicos en un futuro nada lejano (posibilidad y misterio ¿no creen?).

Ambas ejemplos tienes su base científica en conceptos radicalmente diferentes. La inteligencia artificial derrotó al humano en un juego considerado de inteligencia pura como el ajedrez, sin embargo, lo logró mediante un método de “fuerza bruta”: Deep Blue incluía en su programación y memoria una cantidad gigantesca de partidas de ajedrez, y era capaz de revisarlas para computar por adelantado el resultado de las posibles decisión del oponente y así, ver las consecuencias hasta para 20 o más jugadas por adelantado (un gran maestro puede calcular como máximo 10), y constituyó en su época, uno de los algoritmos más complejos que existían [3]. Por otro lado, los diseñadores de AlphaGo tuvieron que recurrir a una estrategia distinta: imitar la manera en que funciona un cerebro humano. Para ello, usaron una arquitectura de “redes neuronales profundas” [3].

Una red neuronal es una simulación en una computadora, esto se logra  programando unidades que funcionan como equivalentes a neuronas humanas conectadas entre sí. Al igual que las neuronas, pueden ser estimuladas o inhibidas por la acción de otra “neurona”. Si una neurona recibe suficiente estímulo, emite a su vez una señal a otras neuronas. Conforme una red neuronal se “entrena” realizando millones de veces ensayos de prueba y error va “aprendiendo”, la sensibilidad de cada conexión neuronal se va ajustando. Muchos programas “inteligentes” que disfrutamos actualmente consisten en redes neuronales capaces de aprender de esta manera [4].



La red de AlphaGo, según la describen en la prestigiosa revista Nature un grupo de investigadores liderados por Demis Hassabis, la red de Alpha Go es profunda pues consta de 13 capas, algo nunca logrado anteriormente [5].

Estas redes neuronales, además de ser excelentes jugadores de Go, han planteado posibilidades por demás impresionantes.  Existe un proyecto denominado OPENWORM que busca comprender el funcionamiento de uno de los sistemas nerviosos más simples conocidos, el del gusano redondo Caenorhabditis elegans, ampliamente usado por los biólogos. Este pequeño ser tiene 302 neuronas, y se conoce el mapa de todas y cada una de las conexiones entre ellas.

Uno de los coordinadores del proyecto, Timothy Busbice, empleo un pequeño robot construidos con lego y sobre el generó un modelo en computadora de su conectoma (mapa de las neuronas y conexiones entre ellas). Los sensores de olfato del gusano se simularon con detectores de sonar, las neuronas motoras que permiten su movimiento corresponden a los motores del robot.




Este pequeño robo-gusano, presentó comportamientos análogos al gusano real, de manera espontánea y sin necesidad de ser sometido a entrenamiento, simplemente se al estimular sus “neuronas sensoras”.  Si se estimulaba el sensor de “olfato”, el robot se detenía. Al estimular el de comida, avanzaba. Y al activar los sensores de presión delantero o trasero, el robot avanzó o retrocedió, como haría el gusano real [4].

Conductas innatas están aparentemente relacionadas al conectoma neuronal. Esto abre necesariamente la pregunta siguiente: ¿pueden otro tipo de conductas “no innatas” como los procesos creativos, asociarse a conectomas particulares?, ¿el humor, la personalidad, la intuición son resultado de una serie de conexiones neuronales específicas?

Nuestro primer impulso en general es pensar que no es posible, que lo humano no puede ser emulado.  Sin embargo esto podría deberse a las limitaciones humanas propias.  La fisiología y la filosofía han planteado en el último siglo algunas interrogativas interesantes respecto a la lógica basadas en el funcionamiento del cuerpo humano, un claro ejemplo es la visión.  Existen tres capas o niveles neuronales entre la retina y la porción en la corteza cerebral en donde se interpretan las imágenes recibidas por el ojo para completar el proceso de visión.  De acuerdo a la cantidad de características que registramos (colores, reconocimiento de rostros y emociones, movimiento, etc.) no es posible con los modelos lógicos actuales comprender como solo tres niveles neuronales pueden permitir procesar tantas y tan diversas características.  ¿En qué deriva esto? Bien, pues nuestro cerebro funciona bajo estándares lógicos que nosotros desconocemos.  Sin embargo, al emular redes neuronales podríamos reproducir un fenómeno que en el fondo no comprendemos bien.



Una entidad de IA podría funcionar e incluso manipular dichos sistemas hasta encontrar patrones que para nosotros fueran irreconocibles e incomprensibles. La cantidad de conocimiento y la velocidad con que este se generaría podría dar un impulso nunca antes visto a la tecnología y la ciencia en todas las facetas de la actividad humana, la medicina, la economía, la agricultura, la producción industrial, ello, bien usado podría constituir un parteaguas en la historia de la humanidad generando la posibilidad de bienestar sobre todo en donde más se requiere, el potencial benéfico resultaría increíble.

Pero bien podría entonces ocurrir que entidades con IA pudieran generar conocimiento que estaría vedado a los seres humanos por limitaciones propias de nuestro proceso lógico, por lo menos durante un periodo de tiempo, con ello podríamos estar frente a una singularidad. 



Una singularidad en IA es una idea francamente perturbadora, este término fue acuñado por el matemático polaco Stanislaw Ulam en 1958 [7] para designar el momento en que construyamos máquinas más inteligentes que nosotros y además, capaces de construir otras máquinas más inteligentes que ellas mismas.

El concepto de singularidad puede comprenderse con el ejemplo más comúnmente empleado, los agujeros negros. En un agujero negro ni siquiera la luz puede escapar; por ello, es imposible saber qué ocurre más allá del horizonte de eventos que define el límite de un agujero negro. No podemos “ver” que pasa una vez que la luz a entrado en él.  Esos eventos dentro del agujero negro nos están prohibidos.

Así pues, podemos imaginar una “singularidad IA”, cuando las máquinas adquieran la capacidad de automejorarse a sí mismas y se desate una cadena de autoproducción de máquinas más y más inteligentes hasta ser incomprensibles para el ser humano.

Esto claro, es un evento hipotético, la idea de una singularidad tecnológica ha sido desarrollada y popularizada por Ray Kurzweil [8], uno de los seguidores de Minsky.

También podemos pensar que nunca se presentará este evento argumentando que tal vez exista un límite a la capacidad de inteligencia, de naturaleza tecnológica, física o fisiológica que limitaría el desarrollo de las máquinas.

Lo que es un hecho, es que nuestras investigaciones en IA se desarrollan y nos colocan, por lo menos, ante la posibilidad real de que esto pudiera pasar, tal vez, más pronto de lo que pensamos.

Una cosa en la que considero que debería reflexionarse es la siguiente,  tal vez exista un límite para la “cantidad de inteligencia” que pudiera desarrollarse, tal vez un ente con IA nunca pueda desarrollar capacidad creativa como la nuestra, conciencia como la nuestra o intuición como la nuestra, pero ¿es esto necesario? ¿las máquinas con  IA requieren simular al humano? Ya con la inteligencia que muestran los algoritmos actuales podemos estar siendo rebasados en varios aspectos.

“El jugador de Go Lee-dol afirmó después de jugar contra ALPHAGO, que “nunca deseaba volver a jugar un juego así” “y que AlphaGo era “distinto a cualquier oponente humano que hubiera enfrentado antes; su estilo es muy diferente” [3].  ¿Estamos ante las primeras fases de una posible singularidad,  incluso de IA asentada en la “fuerza bruta”?.



La imaginación nos hace perseguir lo que aún no existe y traerlo a la realidad. Hoy son “jugadores excelsos”, pero para tomar decisiones estos robots y algoritmos no requieren parecerse a nosotros.  La imaginación nos hizo crear a HAL9000 en la película 2001: Odisea del espacio, de Stanley Kubrick, quien por cierto se asesoró con Minsky, y que termina asesinando a los tripulantes de la nave.

Hoy filósofos, neurobiólogos, especialistas en computación e ingenieros han analizado seriamente la posibilidad de que, en un futuro, la tecnología y las neurociencias nos permitan reproducir nuestras conciencias en computadoras, permitiéndonos así alcanzar la única verdadera “inmortalidad” que tenemos disponible mediante la “emulación”, en el que residiría nuestro “yo”.  Ya se desarrollan estudios serios sobre el conectoma humano que estudia la estructura del cerebro humano en términos de las conexiones neuronales.




Así bien,  el impacto próximo en la vida cotidiana, que ya es alarmante, pues reemplazaría a gran cantidad de personas incluyendo la ciencia (ya existen robots que hacen el trabajo de biólogos, físicos y médicos), la creación artística (existen algoritmos que crean música) y todas las ramas que hoy consideramos plenamente humanas. Será una revolución de mayor envergadura aunque la revolución industrial. Hoy es posible hablar de cómputo con DNA [9], de ciborgs cuya olimpiada se desarrollará este año poco después de las tradicionales [10].

Así la inteligencia artificial que yo considero como una Plataforma de conocimientos en un contexto traslacional, es decir que es la conjunción de ciencias básica y herramientas técnicas que generan conocimiento nuevo en bases de una actividad directamente aplicable a tecnología.  Y si bien, genera de manera rápida aplicaciones que en teoría mejorarían la existencia humana pues se desarrollan en el campo de la economía, la medicina, los servicios etc. Se desarrolla sin una comprensión profunda de los fenómenos involucrados.




También tienen aplicaciones en aspectos inquietantes como la guerra, hoy día las naciones unidas ya plantean generar regulaciones sobre la “robot war”, aún antes de ser una realidad, pues sabemos que es posible y que se hará realidad en un plazo corto por atender a intereses económicos muy fuertes [11]. Podemos entender que no se requieren robots particularmente inteligentes para servir como máquinas asesinas. Y qué pasará con los millones de humanos que no tienen acceso a la tecnología, serán desplazados y borrados de manera aún más agresiva de los mapas.

La inteligencia artificial tal vez aun no pueda “pensar de manera humana”, las máquinas carecen de mecanismos intuitivos y se basan sólo en el método automático de prueba y error; pero realmente ¿lo necesitarán?


Conclusiones.


Hoy día la IA ya “toma decisiones” en prácticamente todos los campos de la actividad humana;  podría en algún momento ocurrir que las maquinas elijan qué características humanas emular y cuáles no.  ¿Serán capaces de desarrollar una lógica nueva que seremos incapaces de entender? ¿Qué panorama se extiende ante nosotros frente a estas perspectivas?

La imaginación nos lleva a perseguir lo que aún no existe,  con la IA nos perseguirnos a nosotros mismos sin conocernos; ¿nuestras creaciones se interesarán en hacer sus propias persecuciones? No puedo evitar ver la preciosa caricatura de Quino modificada, un extraño e incomprensible robot ríe de un libro de Programación Avanzada, tal vez sentado sobre humanos y dioses.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1.    Winston PH.Marvin L. Minsky (1927-2016). Nature. 2016 Feb 18;530(7590):282. doi: 10.1038/530282a.
2.    Minsky M. Will robots inherit the earth?Sci Am. 1994 Oct;271(4):108-13.
5.    Silver D, Huang A, Maddison CJ, Guez A, Sifre L, van den Driessche G, Schrittwieser J, Antonoglou I, Panneershelvam V, Lanctot M, Dieleman S, Grewe D, Nham J, Kalchbrenner N, Sutskever I, Lillicrap T, Leach M, Kavukcuoglu K, Graepel T,Hassabis D. Mastering the game of Go with deep neural networks and tree search.Nature. 2016 Jan 28;529(7587):484-9. doi: 10.1038/nature16961.
6.    Balázs Szigeti, Padraig Gleeson, Michael Vella, Sergey Khayrulin, Andrey Palyanov, Jim Hokanson, Michael Currie, Matteo Cantarelli, Giovanni Idili and Stephen Larson. OpenWorm: an open-science approach to modeling Caenorhabditis elegans. Comput. Neurosci.,DOI: 10.3389/fncom.2014.00137
7.    https://en.wikipedia.org/wiki/Technological_singularity.
8.    Kurzweil R, Grossman T.Fantastic voyage: live long enough to live forever. The science behind radical life extension questions and answers. Stud Health Technol Inform. 2009;149:187-94.
9.    Farfan Blanca, Mercado Gabriela, Hernández Víctor, Kershenobich David y Strausz Ricardo. Applying DNA computing to diagnose-and-interfere hepatic fibrosis 2009. http://texedores.matem.unam.mx/publicaciones/index.php?option=com_remository&Itemid=57&func=startdown&id=133  (806)
10. http://www.tecknomano.com/2014/04/las-primeras-olimpiadas-cyborgs-en-el.html

LECTURAS ADICIONALES RECOMENDADAS

Khanna SSattar AHansen DArtificial intelligence in health - the three big challenges. Australas Med J. 2013 May 30;6(5):315-7. doi: 10.4066/AMJ.2013.1758. Print 2013.
Briegel HJDe las Cuevas G.Projective simulation for artificial intelligence. Sci Rep. 2012;2:400. doi: 10.1038/srep00400. Epub 2012 May 15.



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